Madre de dos hadas: Irene y Antonia. Vive en las montañas de los Andes, entre nevados, ríos y guaduales, donde el viento susurra sus conjuros que convierte en cuentos para seres con corazón de niño. Ha dedicado su vida al cuidado del medio ambiente. Tiene una empresa, Asomalimón, cuyo objetivo es promover el conocimiento de la flora y la fauna colombiana.
Abogada de la Pontificia Universidad Javeriana, magister en desarrollo medio ambiente y políticas de la Universidad de Sussex, Inglaterra, y especialista en desarrollo regional de la Universidad de los Andes. Profesora de posgrado en temas ambientales. Con experiencia en promoción de lectura en primera infancia, educación ambiental y desarrollo de productos para niños.
Fragmento de Fortunato perdido en el Amazonas
"Luciano, la nutria gigante, estaba jugando en el río Amazonas con Clara, el delfín rosado. Brincaban sobre las victorias regias que flotan en el agua, como un inmenso plato, mientras que Sofía, una mariposa enorme, de alas azules y refulgentes, se posaba en una orquídea para beber algo de néctar y soñar poemas de sabores que aparecían en cada movimiento de alas.
De pronto, apareció un alcatraz dando tumbos en el aire, hasta que, ya sin fuerzas, se posó en el río y gritaba desaforadamente:
—He perdido el rumbo, ¿dónde mares estoy?
Los tres amigos estaban asombrados por el insólito espectáculo, y como eran tan curiosos, no demoraron un instante en estar al lado del pájaro.
—¿Quién eres? —preguntaron todos al tiempo.
—¿Quién soy yo? pues Fortunato, el alcatraz.
—Nunca habíamos visto un pájaro con un pico y una bolsa tan grande —dijo Clara.
—Yo conozco todos los animales de esta selva, comenzando por el jaguar, hasta la anaconda, desde la guacamaya hasta el zancudo, pero nunca uno como usted —subrayó Lu."
Premio de literatura Infantil y juvenil 2014 para Mi Mascota. Editorial Verbum, España, 2015.