Fragmento de Leonor y Sansón  

  "El chico pensó que nunca iba a volver, pero regresó al día siguiente… y al siguiente también.
—En el pueblo hay un circo. ¿Usted ya lo vio?
—No voy mucho al pueblo. Voy a comprar lo necesario y ya.
Se quedaban en silencio y así pasaba el tiempo. Al atardecer, cuando el horizonte estaba rojo, el señor se preocupaba. Entonces le decía que se fuera a su casa. El chico se levantaba, le daba la mano y se marchaba. Y cuando el señor subía las escaleras para ir a dormir, pensaba lo mismo. “A lo mejor mañana no regrese”, se decía cuando apagaba la luz.
Y al día siguiente el niño regresaba. El tema del león estaba dormido, así como el león dormía en su jaula. Hasta que, una tarde, cuando tomaban el café con pan y mantequilla, el chico le dijo:
—¿A usted de verdad no le interesa saber nada del león?
—No, no creo —le respondió el señor.
—No importa, le voy a contar. Está en el circo —dijo el chico con la boca llena de pan—, encerrado en una jaula."